
De acuerdo con la American Massage Therapy Association (AMTA), un masaje abdominal puede ayudar a relajar los músculos del estómago, de hecho, ayuda a estimular la digestión y alivia el estreñimiento, aumenta los movimientos del intestino, tonifica los músculos abdominales y reduce los gases.
Estudios realizados en 2005 (Taehan Kanho Hakhoe Chi.2005 Dec;35), los dolores y calambres menstruales se reducen tras un masaje abdominal, aumentando sus beneficios con el uso de esenciales y aromaterapia.
También se ha comprobado su eficacia en el aumento de la circulación en el abdomen que beneficia a los órganos, incluidos vesícula e hígado, el aumento de la sangre los oxigena y estimula su función, provocando una mayor eficiencia en el desecho de toxinas y mejorando los vasos sanguíneos de toda la cavidad abdominal.
Además, favorece la rotura de adherencias y cicatrices en los tejidos.
Es buen aliado en procesos como pérdida de peso.
También favorece la relajación física y emocional. El sistema entérico es considerado como nuestro “segundo cerebro” que “SIENTE” pero no piensa; que analiza funciones autónomas a través del nervio vago y es una red con una enorme cantidad de neuronas que regulan el sistema digestivo y la conversión de nutrientes. Un masaje abdominal alivia el “nudo en el estómago” relacionado con la ansiedad y el estrés.
Contraindicaciones:
- Mujeres embarazadas
- Endometriosis
- Cirugías recientes,
- Enfermedad de Chron,
- Colitis ulcerosas, (otras condiciones de salud, consultad con un médico)
- Comidas picantes antes y después del masaje.